Para empezar, revisa tu correo físico y tu bandeja de entrada de correo electrónico para encontrar todas las facturas. Cuando estés seguro de que has contabilizado todas las cuentas que tienes, el siguiente paso es averiguar el saldo actual de cada una. Esto debería ser fácil si tienes delante una factura del acreedor. Llegados a este punto, es hora de averiguar el tipo de interés de cada cuenta. A veces es un poco más difícil que mirar el extracto, pero no te preocupes. El tipo de interés debería aparecer en tu factura o extracto, en tu cuenta online o puedes llamar al servicio de atención al cliente y preguntar.

Si lo deseas, también puedes incluir préstamos para automóviles, préstamos inmobiliarios, préstamos personales y mucho más. Cuanta más información introduzcas en la calculadora, más precisa será la imagen de tus finanzas. Una vez introducida toda la información, obtendrás un calendario o cronograma hasta el pago de todo. Dependiendo de tus saldos, intereses y estructura de pagos, podría ser en unos pocos años o en varias décadas. Si no te gusta el calendario, siempre puedes aumentar tu aportación mensual a cada cuenta. Incluso aumentando ligeramente tu aportación mensual puedes recortar años a tu plan de amortización.