Gestionar las finanzas de un ser querido fallecido puede resultar abrumador, especialmente cuando se trata de deudas pendientes. Son frecuentes las preguntas sobre la responsabilidad, los plazos para las reclamaciones de los acreedores y los procesos sucesorios. Esta completa guía le explicará qué ocurre con las deudas tras el fallecimiento, el papel del albacea y cómo afecta la prescripción a la capacidad de cobro de los acreedores.
¿Qué pasa con la deuda cuando alguien fallece?
Cuando alguien fallece, sus deudas no desaparecen automáticamente. Todos sus activos y pasivos pasan a formar parte de la herencia. En la mayoría de los casos, es responsabilidad de la herencia -a través de un proceso legal llamado sucesión- pagar a los acreedores antes de distribuir los bienes restantes a los herederos.
El albacea (o representante personal) designado en el testamento es responsable de notificar a los acreedores, pagar las deudas pendientes y gestionar la distribución de bienes. Si el patrimonio carece de fondos suficientes, hay casos en que ciertas deudas pueden quedar impagadas y los acreedores las condonan. Por lo general, los familiares no son responsables de las deudas del fallecido, a menos que hayan avalado un préstamo o vivan en un estado de bienes gananciales.
Tipos de deuda y su tratamiento tras el fallecimiento
Deuda garantizada
- Hipotecas: Una hipoteca permanece vinculada a la propiedad tras el fallecimiento del prestatario. En muchos casos, un heredero o beneficiario puede tener opciones para seguir haciendo pagos, refinanciar el préstamo o vender la propiedad. Si no se efectúan los pagos, el prestamista puede tener derecho a iniciar un procedimiento de ejecución hipotecaria, sujeto a las leyes aplicables y a las condiciones del préstamo.
- Préstamos para automóviles: Si un vehículo está sujeto a un préstamo pendiente, el prestamista retiene un interés de seguridad en él. El patrimonio puede hacer frente al saldo restante, o una parte interesada puede explorar opciones como asumir el préstamo o refinanciarlo, dependiendo de las políticas del prestamista y de los requisitos legales. Si no se efectúan los pagos, el prestamista puede tener derecho a recuperar el vehículo.
Deuda no garantizada
- Tarjetas de crédito y préstamos personales: Las deudas pendientes no garantizadas suelen abordarse a través del proceso de liquidación de la herencia. Los acreedores pueden presentar reclamaciones contra el patrimonio, y el pago depende de la disponibilidad de los activos del patrimonio. Si los fondos de la herencia son insuficientes, estas deudas pueden quedar impagadas. En los casos en que haya un titular de cuenta conjunta o un coprestatario, pueden aplicarse obligaciones contractuales adicionales.
- Préstamos estudiantiles: Por lo general, los préstamos federales para estudiantes se cancelan tras el fallecimiento del prestatario. Los préstamos estudiantiles privados están sujetos a las políticas individuales del prestamista y pueden o no ser cancelados. Si el préstamo tenía un cosignatario, las obligaciones de reembolso pueden depender de los términos del contrato de préstamo y de las políticas del prestamista.
Facturas médicas
La deuda médica, aunque no esté garantizada, puede transferirse al cónyuge supérstite en virtud de leyes estatales específicas -como la "doctrina de las necesidades"- que obligan a los cónyuges a cubrir los gastos sanitarios contraídos durante el matrimonio. En la mayoría de los demás casos, se paga a través de la herencia.
Prescripción de las deudas tras el fallecimiento
Los acreedores disponen de un plazo limitado para presentar reclamaciones contra la herencia. Este plazo, conocido como prescripción, varía según el estado y oscila entre seis meses y dos años.
El albacea debe notificar a los acreedores el fallecimiento del deudor, normalmente mediante avisos públicos. Si los acreedores no presentan una reclamación dentro del plazo de prescripción, pierden su derecho a cobrar. Por ejemplo, Florida aplica un estricto límite de dos años, mientras que Nueva Jersey concede a los acreedores nueve meses.
Pagar las facturas de un fallecido antes de que finalice el proceso sucesorio
El orden en que se liquidan las deudas de la herencia sigue una jerarquía legal:
- Gastos funerarios
- Impuestos y facturas médicas
- Préstamos garantizados (por ejemplo, hipotecas, préstamos para automóviles)
- Acreedores sin garantía (por ejemplo, tarjetas de crédito, préstamos personales)
Los albaceas deben tener cuidado de no distribuir los bienes de la herencia demasiado pronto. Si un acreedor presenta una reclamación válida después del reparto de la herencia, es posible que los herederos tengan que devolver fondos para satisfacer la deuda. Trabajar con un abogado garantiza que todas las deudas se identifiquen y se paguen correctamente.
¿Quién es responsable de las deudas de una persona fallecida?
- Cosignatarios y titulares de cuentas conjuntas: Si un familiar cofirmó un préstamo o fue prestatario conjunto, es responsable de la deuda.
- Estados de bienes gananciales: Los cónyuges de estados como California y Texas pueden ser responsables de las deudas conyugales, aunque no las hayan firmado directamente.
El albacea es responsable de pagar las deudas de la herencia, pero no es personalmente responsable a menos que maneje mal los fondos de la herencia o los distribuya prematuramente.
Cómo proteger bienes y beneficiarios frente a los acreedores
Determinados bienes están protegidos de los acreedores y no se someten a un proceso testamentario:
- Seguros de vida y cuentas de jubilación: Si se nombran beneficiarios, estos fondos están protegidos de los acreedores.
- Bienes exentos: Algunos estados protegen bienes específicos, como un vehículo principal o enseres domésticos, para que no se utilicen para saldar deudas.
Para evitar complicaciones, es importante nombrar correctamente a los beneficiarios en las cuentas financieras. Los albaceas y herederos también deben consultar a profesionales del derecho para impugnar reclamaciones incorrectas y asegurarse de que los acreedores cumplen la normativa.
Hacer frente a las deudas tras el fallecimiento de un ser querido es un proceso complejo que requiere prestar atención a las leyes estatales, al proceso sucesorio y a los plazos de los acreedores. Entender qué deudas tienen prioridad, cuándo los acreedores no pueden seguir cobrando y cómo proteger los bienes puede aliviar el estrés de albaceas y beneficiarios.