Recibir una demanda judicial por una deuda impagada puede resultar abrumador, pero es importante recordar que existen medidas que puede tomar para recuperar el control de la situación. Cuando un acreedor o cobrador emprende acciones legales, significa que está intentando recuperar el dinero que le debe. Aunque se trata de un asunto serio, abordarlo de forma proactiva puede ayudarle a minimizar las posibles consecuencias y a encontrar una solución. Si conoce sus derechos y toma medidas con conocimiento de causa, podrá resolver el problema y volver a la normalidad financiera.
¿Qué es una demanda de cobro de deudas?
Una demanda de cobro de deudas es un proceso legal iniciado por un acreedor, un cobrador de deudas o una institución financiera para cobrar pagos vencidos. A menudo se trata de deudas de tarjetas de crédito, facturas médicas, préstamos personales u otras cuentas de consumidores vencidas. Las demandas se utilizan cuando los acreedores han agotado otros intentos de cobro, como llamadas y cartas, y buscan una solución jurídicamente vinculante para recuperar el dinero adeudado.
¿Por qué le demandaría un banco o un acreedor?
Hay varias razones por las que un acreedor puede elevar una deuda a juicio:
- Impagos o impagos: Si dejas de pagar un préstamo o una tarjeta de crédito, el prestamista puede emprender acciones legales.
- Facturas médicas impagadas: Los proveedores médicos y las agencias de cobro suelen demandar cuando las facturas permanecen impagadas durante largos periodos.
- Deuda vendida a cobradores: Los acreedores pueden vender deudas a terceros cobradores, que luego inician demandas para recuperar lo que se les debe.
Los bancos y las agencias de cobro recurren a los juicios porque pueden ejecutar legalmente las sentencias, lo que les permite embargar salarios, embargar cuentas bancarias o colocar gravámenes sobre propiedades si ganan el caso.
El proceso de notificación de deudas
Ser notificado significa recibir documentos oficiales del tribunal, normalmente una citación y una demanda, informándole de la demanda. La notificación de la demanda garantiza que se le notifique y se le dé la oportunidad de responder. Así es como suele funcionar:
- Modalidades de entrega: Entrega personal por un tramitador, correo certificado o incluso mediante acuerdos de autoservicio.
- Qué incluye la documentación: Una demanda en la que se describe la deuda y una citación en la que se indica cómo y cuándo responder.
- Plazo de respuesta: En la mayoría de los estados, dispone de 20-30 días a partir de la fecha de notificación para presentar una respuesta ante el tribunal.
Consecuencias de ignorar la demanda
No responder puede dar lugar a una sentencia en rebeldía a favor del acreedor. Esta sentencia otorga al acreedor autoridad legal para cobrar la deuda utilizando poderosas herramientas, tales como:
- Embargo de salario: Se puede retener una parte de su sueldo para pagar la deuda.
- Embargos de cuentas bancarias: el acreedor puede congelar o embargar fondos de su cuenta bancaria.
- Gravámenes sobre la propiedad: Se puede imponer un gravamen sobre su vivienda u otra propiedad, limitando su capacidad para venderla o refinanciarla.
Ignorar la demanda le quita la posibilidad de impugnar la deuda o negociar mejores condiciones, dejándole vulnerable a estas acciones coercitivas.
Qué hacer después de recibir una notificación
Paso 1: Examinar la denuncia
Compruebe la exactitud de la reclamación. Verifique el importe de la deuda y la información del acreedor, y asegúrese de que es una deuda que reconoce. La deuda puede cambiar de manos, así que asegúrese de que la parte demandante tiene derecho legal a cobrarla.
Paso 2: Comprobar el plazo de prescripción
El plazo de prescripción varía según el estado, y suele oscilar entre 3 y 6 años, aunque en algunos estados puede llegar a 10 años. Si la deuda es demasiado antigua, puede haber "prescrito", lo que significa que el acreedor no puede demandarle legalmente, aunque podría intentarlo.
Paso 3: Presentar un escrito de contestación
Una respuesta formal evita una sentencia en rebeldía. En su respuesta, puede negar, admitir o admitir parcialmente las reclamaciones. Esto le da tiempo para explorar opciones como acuerdos o defensas legales.
Paso 4: Considere la posibilidad de contratar a un abogado
Un abogado especializado en deudas puede ayudarle a entender sus opciones legales y a defenderse contra la demanda. Si no puede permitirse uno, explore los servicios de asistencia jurídica gratuita de su zona.
Defensas legales y reconvenciones
- Impugnar el derecho del acreedor a demandar: Si la deuda se vendió, exija pruebas de que el cobrador actual es su propietario legal.
- Impugnar el importe: Los errores son habituales en el cobro de deudas. Solicite la validación del importe de la deuda y compruebe si hay errores.
- Deuda prescrita: Si ha transcurrido el plazo de prescripción, la demanda puede ser desestimada.
- Reconvenciones: Si el acreedor ha infringido las leyes de cobro de deudas, como la Ley de Prácticas Justas de Cobro de Deudas (FDCPA), puedes presentar una contrademanda por daños y perjuicios.
Alternativas a la vía judicial
Liquidación de deudas
Puede negociar con el acreedor para saldar la deuda por menos de lo que debe. Muchos cobradores están dispuestos a llegar a un acuerdo si con ello evitan el coste de un litigio.
Planes de pago
En algunos casos, los acreedores aceptarán planes de pago a plazos que le permitirán devolver la deuda a lo largo del tiempo, evitando así nuevas acciones legales.
Explorar la quiebra
Si la deuda le parece abrumadora y le cuesta encontrar una salida, la quiebra puede ser una opción a considerar. Puede aliviarle condonando la deuda u ofreciéndole un plan estructurado para pagarla. La quiebra también detiene temporalmente las gestiones de cobro, dándole un respiro. Sin embargo, se trata de una decisión importante que debe tomarse en función de su situación financiera particular. Es importante sopesar todas las opciones y hablar con un asesor financiero o un abogado especializado en quiebras que pueda ayudarle a navegar por el proceso y determinar qué es lo mejor para su salud financiera a largo plazo.
Qué ocurre en los tribunales y después de una sentencia
Si el caso pasa a los tribunales, ambas partes presentan sus argumentos. El tribunal puede:
- Desestimar la demanda: Si el caso del acreedor es débil.
- Aprobar un acuerdo: Si ambas partes están de acuerdo con los términos.
- Dictar una sentencia: Si el acreedor gana, le otorga el derecho a cobrar la deuda.
Las acciones posteriores a la sentencia pueden incluir el embargo de salarios, embargos bancarios y gravámenes, por lo que es fundamental negociar antes o durante los procedimientos judiciales.
Cómo prevenir futuros problemas de endeudamiento
- Comuníquese pronto con sus acreedores: Si tienes problemas, ponte en contacto con los acreedores para discutir acuerdos de pago.
- Controle sus finanzas: Controla regularmente tus cuentas e informes de crédito para evitar sorpresas.
- Crea un fondo de emergencia: Los ahorros pueden ayudarte a gestionar los contratiempos financieros sin retrasarte en el pago de las facturas.
Reflexiones finales
Si recibe una demanda por deudas, lo peor que puede hacer es ignorarla. Respondiendo con prontitud, revisando sus opciones y buscando ayuda profesional, puede evitar sanciones severas y trabajar hacia una solución que minimice los daños. Ya sea mediante una defensa judicial, una negociación o un plan de reembolso, tomar medidas le ayudará a proteger su futuro financiero.