Las cooperativas de crédito nacieron a finales del siglo XIX, cuando un grupo de habitantes de una zona rural del sur de Alemania reunieron dinero en efectivo para trabajar juntos y elevar su nivel de vida. El concepto llegó a Estados Unidos a principios del siglo XX y en 1934 obtuvieron la autorización federal para operar en todos los estados. A finales de la década de 1970, las cooperativas de crédito obtuvieron el derecho a conceder préstamos hipotecarios y emitir certificados de acciones, lo que dio lugar a su forma actual. Son propiedad de sus miembros, no tienen ánimo de lucro y ofrecen muchos de los mismos productos y servicios que los bancos.
¿Qué es una cooperativa de crédito?
Las cooperativas de crédito son propiedad de sus socios, que también son clientes. Las cooperativas de crédito conceden préstamos, ofrecen cuentas corrientes y de ahorro y prestan servicios de banca electrónica. También ofrecen cajeros automáticos y tarjetas de crédito.
Además, la Administración Nacional de Cooperativas de Crédito cubre los depósitos en cooperativas de crédito aseguradas por el gobierno federal, igual que hace la FDIC con los depósitos bancarios en entidades bancarias tradicionales. Se cubren sumas de hasta 250.000 dólares. Esto convierte a las cooperativas de crédito en una alternativa segura a los bancos, donde la gente puede ahorrar, gestionar y pedir dinero prestado.
Ventajas de las cooperativas de crédito
Las ventajas de afiliarse a una cooperativa de crédito son, entre otras, un menor coste de los préstamos y una mayor rentabilidad de las cuentas de ahorro. Las cooperativas de crédito devuelven los beneficios a sus socios -en lugar de a inversores externos- en parte ofreciendo mejores tipos de interés y comisiones más bajas.
Las cooperativas de crédito también son conocidas por ofrecer un mejor servicio al cliente, así como una serie de ventajas adicionales.
- Mejor experiencia del cliente: Una encuesta realizada por Consumer Reports reveló que alrededor del 96% de los socios de cooperativas de crédito están satisfechos con su experiencia en la cooperativa. Como los socios también son propietarios, tienden a recibir un mejor trato. En otras palabras, el servicio al cliente es más prioritario en las cooperativas de crédito que en los grandes bancos.
- Más consideración para los propietarios de pequeñas empresas y las personas con un patrimonio neto más bajo: Las cooperativas de crédito suelen tratar mejor a los propietarios de pequeñas empresas. Dado que tienden a estar basadas en la comunidad, las cooperativas de crédito están interesadas en que más pequeñas empresas se pongan en marcha y tengan éxito. Del mismo modo, las cooperativas de crédito tienden a ser más compasivas cuando los socios necesitan préstamos más pequeños. Muchas de ellas ofrecen a sus socios préstamos de emergencia de hasta 5.000 $ y préstamos a corto plazo de hasta 2.000 $. Aunque estos préstamos pueden tener TAE elevadas, sus condiciones suelen ser mucho más favorables que las de los préstamos de día de pago.
- Conciencia comunitaria: Las cooperativas de crédito también tienden a implicarse más en las comunidades a las que sirven. Muchas de ellas tienen como objetivo específico ayudar a las personas de bajos ingresos con servicios de bajo coste. Según un estudio de la National Association of Federally-Insured Credit Unions (NAFCU), los miembros de las cooperativas de crédito recibieron beneficios directos que oscilaban entre 4.400 y 6.900 millones de dólares anuales en un periodo de diez años gracias a la mejora de los tipos de interés de los préstamos y depósitos.
- Conciencia social: Más de la mitad de los consejeros delegados de las cooperativas de crédito son mujeres, y casi un tercio son miembros de los consejos de administración de las cooperativas de crédito. En cambio, sólo alrededor del 4% de los consejeros delegados de los bancos que cotizan en bolsa son mujeres. Además, las cooperativas de crédito suelen ser instituciones depositarias de minorías. Tienden a centrarse más en satisfacer las necesidades de grupos sociales tradicionalmente desatendidos.
Consejos para elegir una cooperativa de crédito
Algunas cooperativas de crédito tienen requisitos específicos de elegibilidad, como dónde trabaja o a qué organizaciones comerciales o profesionales pertenece. Estos requisitos se han ido relajando con el paso de los años, pero todavía pueden entrar en juego.
También querrá asegurarse de que la cooperativa de crédito a la que se afilia ofrece los tipos de productos y servicios que probablemente necesitará. Por ejemplo, préstamos, tarjetas de crédito, hipotecas e inversiones.
Algunas cooperativas de crédito cobran comisiones mensuales de mantenimiento. También es posible que le cobren comisiones de cajero automático si utiliza un cajero de fuera de su red. Algunas también cobran comisiones por descubierto y por transferencia. A veces, las cooperativas de crédito también quieren que mantenga una cantidad mínima de dinero en sus cuentas. Pueden cobrarle una comisión si su saldo medio es demasiado bajo. También podrían pedirle que se diera de baja si su saldo medio mensual es sistemáticamente demasiado bajo.
Querrá asegurarse de que la cooperativa de crédito está convenientemente situada para usted. Aunque la banca electrónica hace que los desplazamientos a una sucursal sean menos probables, tener una sucursal cerca sigue siendo útil para poder hablar con alguien en persona si tiene algún problema.
Conclusión
Las cooperativas de crédito suelen ofrecer comisiones más bajas, tipos de interés más altos en las cuentas de ahorro y mejor servicio al cliente que muchos bancos. También existe la perspectiva de una mayor implicación en la comunidad y una actitud más compasiva hacia los prestatarios. Estos factores encabezan la lista de las ventajas de afiliarse a una cooperativa de crédito.