Hace un tiempo, expliqué cómo me ha ayudado el cash enveloping a atajar mi problema de gasto excesivo. Este método presupuestario asigna cantidades específicas de dinero a gastos variables como la compra de alimentos, comer fuera o comprar ropa nueva. Al utilizar efectivo en lugar de crédito, evité gastar en exceso, lo que en última instancia me ayudó a deshacerme de mi deuda de 80.000 dólares. Este poderoso método me ayudó a liberarme de las deudas.
Otro método que me ha ayudado enormemente en mi viaje para pagar esta deuda ha sido tener días intencionales sin gasto. Sí, son exactamente lo que piensas que son: un día, o varios días seguidos, que bloqueas en tu agenda en los que planeas gastar exactamente cero dinero. Puede que pienses que es poderoso sólo porque literalmente no gastas dinero en esos días, pero hay muchas otras razones psicológicas detrás de por qué programar días sin gasto fue útil en mi viaje para liberarme de las deudas. Este poderoso método también podría ayudarte en tu viaje, y por eso quiero explorar las diferentes maneras en que el método de los "días sin gasto" me ha ayudado a continuación.
Los días sin gasto me han ayudado de 6 maneras:
1. Gasto consciente
Empecemos por la primera forma en que me ha ayudado tener días sin gasto: Me ha ayudado a ser más consciente de mis gastos. Cuando planificas días sin gasto, te vuelves más consciente de cuándo y por qué gastas dinero. La práctica de los días sin gasto te obliga a pensar de verdad en tus compras y a priorizar lo que es esencial.
Por ejemplo, si sabes que no puedes gastar dinero mañana, puede que hoy decidas cocinar en casa y que te quede algo para mañana, en lugar de comer fuera. O puede que retrases una compra por Internet en un día en el que no puedes gastar, para darte cuenta más tarde de que no la necesitas.
Esta intencionalidad en torno a sus gastos podría ayudarle a comprender mejor sus hábitos de gasto. Al cuestionar regularmente lo que es esencial, es probable que le resulte más fácil identificar los hábitos de gasto que no le ayudan en su viaje, eliminarlos por completo y apoyar directamente sus objetivos de pago de la deuda.
2. Mejor planificación
Los días sin gasto obligan a pensar con antelación, lo que puede llevar a una planificación financiera más estructurada y meditada. Por ejemplo, si sabe que el martes es un día en el que no puede gastar, puede ir a comprar el lunes con una lista detallada para que no le falte de nada el martes. Esta planificación ayuda a evitar las compras impulsivas en la tienda y reduce los gastos de última hora, como coger comida rápida porque no habías planeado la cena. Para mí, esto ha supuesto un cambio radical. Las compras impulsivas se nos pueden ir de las manos rápidamente.
Con el tiempo, este hábito de planificación podría incluso extenderse a otras áreas de tu vida financiera. Podrías empezar a presupuestar con más eficacia, programar los pagos de las facturas con antelación o incluso crear una hoja de ruta para pagar las deudas.
3. Construir confianza a través de pequeñas victorias
Los días sin gastos también ayudan a motivarse. Saldar una deuda importante puede resultar desalentador, pero los días sin gastos ofrecen victorias manejables y de tamaño reducido. Cada día que lo consigues te ayuda a confiar en tu capacidad para cumplir tus objetivos. Esta sensación de logro puede ser increíblemente motivadora -al menos lo fue para mí-, especialmente cuando se trata de pagar una deuda a largo plazo, donde el objetivo final de no tener deudas puede parecer todavía muy, muy lejano.
Psicológicamente, las pequeñas victorias provocan la liberación de dopamina, la sustancia química de recompensa del cerebro, que mantiene la motivación para continuar. Cuantos más días sin gastar planifiques y cumplas, más confianza adquirirás en tu capacidad para tomar decisiones financieras inteligentes, lo que creará un bucle de retroalimentación positiva. Eso es lo que necesitamos.
4. Reducir la fatiga por las decisiones
Tomar decisiones financieras cada día puede ser agotador, sobre todo cuando se intenta gestionar las deudas. Los días sin gasto simplifican este proceso al eliminar por completo la opción de gastar. Cuando te levantas sabiendo que no vas a gastar dinero, te liberas de la tensión mental de tener que decidir si compras el almuerzo o te preparas el bocadillo. Así de fácil.
5. Crear una nueva normalidad financiera
Esta es la quinta que no esperaba encontrarme cuando me fijé mi primer día sin gastos, pero practicar repetidamente los días sin gastos puede ayudarte a redefinir lo que es "normal" en tu vida financiera. Con el tiempo, puede que te des cuenta de que muchas cosas en las que solías gastar dinero -cafés diarios, compras por Internet o cenas fuera- no son tan necesarias para tu supervivencia después de todo. Este cambio puede modificar radicalmente sus hábitos de gasto y hacer que los días sin gasto le resulten más naturales que restrictivos.
A medida que los días sin gastos se convierten en parte habitual de su rutina, los ahorros se acumulan y su deuda se reduce. Y, lo que es más importante, su "normalidad" financiera evolucionará. Este cambio de mentalidad puede ayudarte a liberarte de las deudas.
6. Fortalecer la fuerza de voluntad
Por último, programar días sin gastar y seguir este plan reforzará su fuerza de voluntad. Resistir las ganas de gastar, aunque sólo sea un día, refuerza el autocontrol con el tiempo. Piense que es como un músculo: cuanto más lo ejercita, más se fortalece. Con cada día sin gastar, adquieres la disciplina necesaria para decir no a las compras innecesarias, lo que es fundamental a la hora de gestionar las deudas.
Esta fuerza de voluntad se extiende más allá de los días sin gasto. Le resultará más fácil ceñirse a su presupuesto, evitar las tentaciones de las tarjetas de crédito y tomar decisiones que se ajusten a sus objetivos financieros. En última instancia, esta resistencia es clave para hacer frente a las deudas masivas y mantener la salud financiera a largo plazo.
Llevar una vida financiera más intencionada
Los días sin gastos no se limitan a ahorrar dinero, sino que suponen un cambio de mentalidad. Los días sin gastos te hacen planificar con antelación, centrarte en lo que es verdaderamente importante y celebrar las pequeñas victorias. Además, simplifican la toma de decisiones, aumentan su confianza y le ayudan a replantearse su relación con el dinero. Una herramienta muy poderosa, ¿verdad?
Incorporar los días sin gastos a su rutina semanal o mensual puede crear hábitos duraderos que no sólo le ayuden a pagar sus deudas, sino también a llevar una vida financiera más sana y consciente. Cada día sin gastar le acerca un paso más a la vida sin deudas que tanto le cuesta conseguir. Así que, ¿por qué no empezar hoy mismo?