Endeudarse puede ayudar a crecer a una empresa, pero no todas las deudas funcionan de la misma manera. Algunos tipos de deuda requieren garantías -como equipos o bienes inmuebles- para asegurar el préstamo. Otros no, pero suelen ser más caros.
Comprender la diferencia entre deuda empresarial garantizada y no garantizada puede ayudarle a tomar decisiones más inteligentes sobre los préstamos.
Deuda garantizada de las empresas: cómo funciona
La deuda garantizada está respaldada por algo valioso que posee su empresa. Esta garantía reduce el riesgo del prestamista, por lo que estos préstamos suelen tener tipos de interés más bajos, límites de préstamo más amplios y plazos de amortización más largos. Pero si no puede devolver el préstamo, puede perder el activo utilizado como garantía.
He aquí algunos tipos comunes de deuda empresarial garantizada:
Préstamos a plazo
Con un préstamo a plazo, una empresa pide prestada una suma global de dinero y la devuelve en un plazo determinado, a menudo con un tipo de interés fijo. Estos préstamos suelen estar garantizados por bienes, vehículos o equipos que posee la empresa.
- Por qué lo utilizan las empresas: Para financiar proyectos a largo plazo, comprar grandes equipos o ampliar operaciones.
- Qué hay que tener en cuenta: Si dejas de pagar, el prestamista puede embargar los bienes utilizados como garantía.
Financiación de equipos
Este tipo de préstamo se utiliza específicamente para comprar equipos. El propio equipo sirve como garantía. Eso significa que no necesitas otros activos para poder optar a él.
- Por qué lo utilizan las empresas: Es útil para empresas que necesitan maquinaria o herramientas pero no disponen de mucho efectivo por adelantado.
- Qué hay que tener en cuenta: Podrías perder el equipo si dejas de pagar, lo que podría perjudicar tu capacidad para operar.
Préstamos inmobiliarios
Los préstamos inmobiliarios ayudan a las empresas a comprar, construir o renovar propiedades. La propiedad que se financia sirve como garantía del préstamo.
- Por qué lo utilizan las empresas: Estos préstamos ofrecen plazos más largos y tipos de interés más bajos, por lo que son ideales para grandes inversiones inmobiliarias.
- Qué hay que tener en cuenta: El impago puede llevar a la ejecución hipotecaria o a la pérdida del local comercial.
Financiación de existencias
La financiación de existencias le permite obtener un préstamo sobre el valor de los bienes que tiene previsto vender. Los minoristas y mayoristas suelen utilizar este tipo de préstamo para abastecerse antes de las temporadas altas.
- Por qué lo utilizan las empresas: Ayuda a mantener las estanterías llenas sin inmovilizar efectivo.
- Qué hay que tener en cuenta: Si las ventas no van según lo previsto y no puedes devolver el préstamo, el prestamista puede reclamar el inventario.
Financiación de cuentas por cobrar
Esta opción permite a las empresas pedir dinero prestado utilizando sus facturas impagadas como garantía. A veces se denomina financiación de facturas.
- Por qué lo utilizan las empresas: Ofrece un acceso rápido al efectivo mientras se espera a que los clientes paguen.
- Qué hay que tener en cuenta: Las comisiones pueden ser elevadas, y el prestamista puede cobrar directamente a sus clientes en algunos casos.
Deuda comercial no garantizada: cómo funciona
La deuda sin garantía no requiere aval. En su lugar, los prestamistas se fijan en la puntuación crediticia de su empresa, su historial financiero y sus ingresos para decidir si cumple los requisitos. Estos préstamos pueden ser más fáciles de conseguir para las empresas con buen crédito, pero a menudo conllevan tipos de interés más altos porque el prestamista está asumiendo un mayor riesgo.
He aquí algunos tipos comunes de deuda empresarial no garantizada:
Líneas de crédito para empresas
Una línea de crédito empresarial le da acceso a una cantidad fija de dinero de la que puede disponer cuando lo necesite. Solo pagas intereses por lo que utilizas, no por toda la cantidad disponible.
- Por qué lo utilizan las empresas: Es flexible y puede ayudar a suavizar los desfases de tesorería o a cubrir necesidades a corto plazo.
- Qué hay que tener en cuenta: Puede ser tentador endeudarse en exceso, y los tipos de interés suelen ser más altos que en los préstamos garantizados.
Tarjetas de crédito para empresas
Funcionan como las tarjetas de crédito personales, pero están diseñadas para los gastos de la empresa. Suelen ofrecer recompensas, como devoluciones en efectivo o puntos de viaje.
- Por qué la utilizan las empresas: Son fáciles de conseguir, se pueden utilizar para compras cotidianas y pueden ofrecer ventajas como informes de gastos o tarjetas para empleados.
- Lo que hay que tener en cuenta: Los tipos de interés pueden ser altos, sobre todo si mantienes un saldo. Las comisiones por demora y las penalizaciones pueden acumularse rápidamente.
Préstamos a plazo sin garantía
Al igual que los préstamos a plazo con garantía, proporcionan una suma global que se devuelve a lo largo del tiempo, pero no requieren aval. Los ofrecen bancos, cooperativas de crédito y prestamistas en línea.
- Por qué lo utilizan las empresas: Bueno para cubrir grandes gastos sin poner en riesgo los activos.
- Qué hay que tener en cuenta: Los tipos suelen ser más elevados que los de los préstamos garantizados, y su concesión depende a menudo de un crédito sólido.
Anticipos de caja a comerciantes (ACM)
Una MCA da a su empresa una suma global de dinero por adelantado. Usted lo reembolsa con un porcentaje de sus ventas diarias con tarjeta de crédito hasta que se liquide el saldo.
- Por qué lo utilizan las empresas: Acceso rápido a efectivo, a menudo sin un largo proceso de aprobación.
- Lo que hay que tener en cuenta: Pueden ser muy caros, con elevadas comisiones y calendarios de amortización diarios que pueden poner a prueba tu liquidez.
Préstamos SBA (opciones no garantizadas)
Algunos préstamos respaldados por la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (SBA) no exigen garantías, sobre todo para los importes más pequeños. Sin embargo, los préstamos de la SBA suelen tener requisitos estrictos.
- Por qué lo utilizan las empresas: Pueden ofrecer tipos de interés más bajos y plazos de amortización más largos que muchos otros préstamos sin garantía.
- Qué hay que tener en cuenta: Las solicitudes pueden llevar mucho tiempo y la aprobación no está garantizada.
Cómo gestionan la deuda las empresas
Cuando la deuda de una empresa se hace difícil de gestionar, hay formas de adaptarse. Las opciones disponibles dependen de si la deuda está garantizada o no, así como de la salud financiera general de la empresa. He aquí algunas estrategias generales que las empresas pueden considerar:
Gestión de la deuda garantizada
Hable con el prestamista
Si una empresa tiene problemas con los pagos de un préstamo garantizado, puede ser posible trabajar directamente con el prestamista. Algunos prestamistas están abiertos a ajustes temporales -como pagos más pequeños o una pausa en los pagos-, especialmente si la empresa se enfrenta a problemas a corto plazo.
Refinanciar el préstamo
Refinanciar significa sustituir un préstamo existente por uno nuevo, normalmente con mejores condiciones, como un tipo de interés más bajo o un plazo de amortización más largo.
Vender el activo
En situaciones más graves, una empresa puede decidir vender la garantía que respalda el préstamo. Puede tratarse de equipos, vehículos o propiedades.
Gestión de la deuda no garantizada
Liquidación de deudas
La liquidación de deudas consiste en negociar con un acreedor para que acepte menos de la cantidad total adeudada. Algunas empresas recurren a este procedimiento cuando no pueden hacer frente a los pagos y quieren evitar el impago.
Consolidación de deudas
Esta estrategia combina varias deudas no garantizadas en un nuevo préstamo. El objetivo es simplificar el reembolso y posiblemente reducir los costes mensuales.
Quiebra
Si una empresa ya no puede hacer frente a sus obligaciones de deuda, puede declararse en quiebra. Este proceso legal puede dar lugar a un plan de pagos reestructurado o a la condonación de determinadas deudas.
Cómo sopesar sus opciones
Elegir entre deuda empresarial garantizada y no garantizada no siempre es fácil. Lo que funciona para una empresa puede no tener sentido para otra. He aquí algunos factores clave en los que pensar:
Qué activos puede ofrecer
Los préstamos garantizados requieren algo valioso -como propiedades, vehículos o existencias- como aval. Si su empresa tiene activos que pignorar, puede optar a tipos de interés más bajos y a préstamos de mayor cuantía.
Su perfil crediticio
Los prestamistas se fijan mucho en su historial crediticio personal y empresarial, sobre todo en el caso de los préstamos sin garantía. Un crédito sólido puede abrirte las puertas a tipos de interés más bajos.
Finalidad del préstamo
El motivo por el que necesita el dinero puede ayudarle a elegir. Las compras grandes y a largo plazo, como inmuebles o maquinaria, suelen financiarse con préstamos garantizados. Para necesidades más pequeñas y a corto plazo, puede bastar con una deuda no garantizada.
Su tolerancia al riesgo
Los préstamos sin garantía cuestan más, pero no se arriesga a perder los activos de la empresa si las cosas van mal. Si prefieres evitar la inmovilización de bienes o equipos, pagar un tipo de interés más alto puede merecer la pena por tu tranquilidad.
Conclusión
Entender cómo funciona la deuda empresarial garantizada y no garantizada puede ayudarle a tomar decisiones más inteligentes a la hora de pedir un préstamo. Cada tipo tiene sus propias ventajas y desventajas: los préstamos garantizados suelen costar menos, pero ponen en riesgo tus activos, mientras que los no garantizados ofrecen más flexibilidad, pero suelen conllevar tipos de interés más altos.
Antes de endeudarse, piense en los objetivos de su empresa, sus finanzas y su tolerancia al riesgo. Lo que funciona para una empresa puede no ser lo más adecuado para la suya.



